Entrada 5: El libro blanco de los profesores y el plan de acción del Gobierno
Como hemos podido ver en clase, el libro blanco de los profesores es una herramienta bastante útil para resolver dudas, cuestiones o problemas a los que nos podemos enfrentar a la hora de ejercer nuestra profesión. Por eso, voy a comentar algunas propuestas que me han gustado, y también otras que no me han hecho tanta gracia.
La persistencia de la memoria. Salvador Dalí. |
Asimismo, la creación de departamentos de orientación psicopedagógica son algo que pueden ayudar tanto a los alumnos como a los profesores. En el caso de los alumnos, para que si sufren algún tipo de dificultad en la escuela, o fuera de ese ámbito pero con repercusiones en su progreso escolar, se pueda buscar una solución lo antes posible, de modo que el alumno sea orientado efectivamente. Y, en el caso de los profesores, creo que sería positivo utilizar este tipo de departamentos como un modo de desahogo respecto de ciertas circunstancias que puedan ocurrir en el aula y como una vía para la motivación.
Por el contrario, no estoy tan de acuerdo con crear más sistemas organizativos para tratar de controlar aspectos o situaciones que podrían controlarse con los ya existentes; normalmente, tendemos a crear diversos niveles para reducir la carga de trabajo, pero no nos damos cuenta de que se delega demasiado de las funciones, de modo que el sistema acaba volviéndose cada vez más complejo y lioso. Sería mejor idea reorganizar la forma en que se dividen esas funciones, con el fin de que cada departamento o área cumpla con lo que se le propone directamente, sin pasar por más subniveles.
Sin embargo, en el caso de la séptima propuesta, creo que no sería viable que, tras 4 años de carrera, y en algunos casos, al menos 1 año más de máster, un docente deba ejercer 3 años de prácticas. A mi parecer, ese docente sale lo suficientemente preparado como para enfrentarse al aula, además de que, con el tiempo y la experiencia, aprenderá a sobrellevar situaciones conflictivas con mayor facilidad. Sería absurdo hacer perder 3 años de su vida a una persona ya formada, cuando podría aprovechar ese tiempo para aprender de la experiencia o dedicarlo a otros aspectos, bien de aprendizaje o de interés propio.
Lo que se debe hacer es seleccionar a un profesorado cualificado, no por su experiencia previa, sino por sus conocimientos y puesta en práctica. Pero, también, por sus actitudes, no solo por sus aptitudes, ya que la forma de ser es clave en el proceso de enseñanza. Así, pienso que los profesores debería cobrar más, porque realizan una función tan importante como un médico o un bombero, además de dedicar sus horas extra a corregir, preparar clases y tratar de innovarse y mejorar; pero también pienso, que aunque un profesor cobre más, no implica que vaya a ser mejor en su trabajo, porque eso es algo que depende de unas expectativas positivas, de las ganas y de la profesionalidad de cada uno.
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