Entrada 14: ¿Qué es qué?

Nuestro profesor de Procesos y Contextos Educativos nos ha propuesto definir las semajanzas y diferencias de 5 profesiones (coach educativo, tutor, orientador, asesor, influencer) y pensar en si propondríamos alguna otra ocupación más.

Me ha parecido una actividad de reflexión interesante, porque creo que muchos hemos pensado que al menos los 3 primeros términos venían a decir lo mismo, pero, por eso mismo, vamos a indagar un poquito más...

Un coach educativo es aquel cuyo objetivo es tratar de guiar a otras personas para permitirles conseguir sus objetivos, potenciando sus habilidades y aportando recursos. A mí, por lo menos, me recuerda un poquito al papel del orientador, que según lo que he encontrado, sería una persona que ayuda a otra para tomar decisiones meditadas y realistas sobre su educación, formación y empleo. Ambas son muy parecidas, aunque se diferencian en ciertos matices respecto a los objetivos que cada una pretende perseguir.

Por otro lado, aunque el tutor también parece bastante similar, digamos que simplemente se encarga de que la educación de los alumnos sea llevada a cabo, como una especie de instructor que debería protegerles y ver si la educación no se está desarrollando como se debería.

Mientras tanto, el asesor, una figura que yo creía que no tenía tanto que ver con el alumnado, resulta que es muy parecido al orientador, pero, en este caso, la intención es dar consejo o información a una empresa u organización sobre cualquier cuestión para mejorar el desempeño de ciertas actividades. Es decir, que el papel del asesor dentro de la educación sería una especie de orientador, pero para el propio centro; por ejemplo, encargándose de encaminarlos para conseguir (e, incluso, ir más allá) los estándares de calidad educativa.

Por último, y algo de lo que yo no tenía ni idea, el influencer (educativo). Pues resulta, que son personas especializadas en divulgación científica y cultural, aportando una nueva forma de acercarse a los alumnos para que estos puedan aprender conocimientos, principalmente de manera no formal.

Dicho esto, por supuesto que hay diferencias notables, pero también veo bastantes similitudes, las cuáles me recuerdan un poco a las expectativas que se tienen muchas veces de los propios docentes, como guiar a las personas, ver si el proceso de enseñanza se lleva a cabo de manera correcta, aportar información extra de interés para los alumnos... Madre mía, yo no sé si voy a ser capaz de tener tantas responsabilidades al mismo tiempo.

Así que sí, definitivamente propondría la figura del docente, a quien se requiere ejecutar muchos de esos objetivos, como si fuese un superhéroe. Pero también a los psicopedagogos, porque son muy necesarios para cubrir las necesidades de aquellos alumnos con dificultad de una manera más personalizada, para que puedan sentirse integrados en la educación, como el resto de sus compañeros.

La creación de Adán (fresco). Miguel Ángel.


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