Entrada 2: La educación en España

La Escuela de Atenas. Rafael Sanzio.


Como futura profesora, soy consciente de que el modelo educativo en España no se encuentra entre los mejores ni mucho menos, y que desde un punto de vista globalizado, debemos tener más en cuenta ciertos aspectos presentes en los sistemas educativos de otros países europeos. 

El sistema educativo español trata cada vez más de acercarse a esos objetivos propuestos a nivel europeo con el fin de mejorar las técnicas de enseñanza y aprendizaje, pero también debemos ser conscientes de que no todo es posible inmediatamente, puesto que debemos ir incorporándolas de manera progresiva para que sean efectivas, y por supuesto, con sentido común. Cada vez son más los centros que optan por una enseñanza a través de las tecnologías y los medios audiovisuales, lo cual es bien agradecido entre los estudiantes, que ya están cansados de memorizar cientos de páginas que en verano tienden a olvidarse. Recuerdo la frustración que sentía en secundaria cuando en lengua o historia tenía que memorizar un montón de conceptos, que a día de hoy, ni recuerdo, ni me han sido útiles, mientras que en bachillerato empleamos muchos tests para la asignatura de historia del arte y noté como eso jugaba a mi favor.

Por otro lado, quiero matizar que, no es lo mismo utilizar medios prácticos que ayuden a los alumnos a asentar los conocimientos, que quitarles todos los libros de texto y emplear el mundo real para el aprendizaje. En mí misma veo cómo la práctica es lo que de verdad enseña, pero tampoco se puede pretender crear un sistema 100% de competencias, ya que se necesita una base teórica para poder aplicarlo. Si tuviese que emplear la práctica en la asignatura de inglés sin haber enseñado previamente gramática o vocabulario, sería imposible para mí, porque si a esos alumnos no se les ha hablado desde sus primeros años de vida en esa lengua, dificilmente van a saber utilizarla por exclusivamente hablar en inglés en clase; no sabrían el significado de nada. Por eso me escandalizo al escuchar propuestas tan idealistas sobre la enseñanza. Es imposible pasar de un método completamente teórico a otro únicamente práctico; se trata de buscar un equilibrio entre ambas partes a la vez que se innova, por eso es importante que el profesor tenga un poco de libertad a la hora de emplear su metodología.

Lo mismo ocurre con el debate "tarea sí/tarea no". No es cuestión de estar a favor o en contra de la tarea, sino dedicar más tiempo en las aulas a la práctica, sin omitir una pequeña base teórica, de modo que el alumno pueda dedicar más tiempo al ocio y las relaciones interpersonales cuando sale del centro. Una idea para la asignatura de inglés sería practicar la expresión, no solo escrita, sino también oral. En el caso de la última, sería positivo crear conversación o debate con temas actuales, no provocadores, pero lo bastante polémicos como para que quieran participar, mientras practican expresiones, gramática o vocabulario aprendido en clase. ¡Ah! Y, por supuesto, los Kahoot.

Así que dejo como conlcusión una pequeña reflexión: los profesores debemos enseñar, enseñar a aprender, sin adoctrinar. Debemos adaptarnos a los tiempos venideros y modificar todas las estrategias, técnicas y herramientas que sean necesarias, a medida que se incluyen nuevas, para que podamos evolucionar como docentes y como personas.

PD: Al final he acabado poniéndome un poquito sentimental.


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